El forraje de avena y guisantes es una combinación nutritiva y versátil que se utiliza en la alimentación del ganado, especialmente en la producción de rumiantes como vacas y ovejas. La avena aporta carbohidratos de liberación lenta y fibra, mientras que los guisantes agregan proteínas de alta calidad y otros nutrientes esenciales.
Este forraje es valorado por su capacidad para proporcionar una dieta equilibrada para los animales, promoviendo un crecimiento saludable y una producción de leche de calidad en el caso de los rumiantes lecheros. Además, la combinación de avena y guisantes es beneficiosa para mejorar la digestibilidad del alimento y reducir la dependencia de suplementos artificiales en la dieta animal

FAUSTINO MORRAS se destaca por su distribución de forraje de avenas y guisantes henificados, un servicio que ofrece una opción valiosa para la alimentación del ganado. La henificación es un proceso de conservación de forraje seco que implica una rápida evaporación del agua contenida en los tejidos de la planta. Comenzamos este proceso con un nivel de humedad cercano al 20%, el cual se estabiliza alrededor del 15% durante el almacenaje, garantizando así un producto de alta calidad y durabilidad.

La avena forrajera, uno de los componentes principales de nuestro forraje henificado, es conocida por ser una planta de estación fría. Es altamente sensible a las altas temperaturas y requiere una cantidad significativa de agua debido a su alto coeficiente de transpiración. Sin embargo, un exceso de humedad también puede ser perjudicial para su crecimiento. Prefiere los climas frescos y húmedos, así como los suelos profundos y arcillo-arenosos, ricos en cal pero sin exceso, que retengan la humedad necesaria para su desarrollo óptimo. Esta planta rústica es menos exigente en cuanto a suelo que otros cereales de invierno y se adapta bien a suelos ácidos, con un pH entre 5 y 7.