Cómo reducir pérdidas de nutrientes en el ensilado de forraje
El ensilado es una de las técnicas más utilizadas para conservar forraje, especialmente en explotaciones ganaderas intensivas. Sin embargo, un mal manejo durante este proceso puede ocasionar pérdidas considerables de nutrientes, afectando directamente la calidad de la alimentación del ganado y, por ende, la productividad. A continuación, te damos claves prácticas para mejorar la conservación.
1. Cosecha en el momento óptimo
La calidad del forraje comienza en el campo. Es vital segar el cultivo en el punto de madurez adecuado, cuando el contenido de materia seca está entre el 30% y 35%. Un forraje demasiado húmedo puede fermentar mal y uno muy seco dificultará la compactación.
2. Picado uniforme y adecuado
Un picado de entre 1 y 3 cm mejora la compactación y la expulsión del oxígeno. Esto es crucial para asegurar una fermentación anaeróbica efectiva. Un corte demasiado largo complica el prensado y genera bolsas de aire.
3. Compactación rápida y eficaz
Una compactación insuficiente es la causa principal de la pérdida de nutrientes. Utiliza maquinaria adecuada para aplicar peso constante y distribuir el forraje en capas finas. Cuanto menos oxígeno quede, mejor será la fermentación.
4. Uso de aditivos fermentativos
Los inoculantes bacterianos pueden ayudar a acelerar la fermentación láctica y estabilizar el pH. Esto limita la actividad de microorganismos no deseados y reduce la pérdida de proteínas.
5. Sellado hermético
Cubrir correctamente el silo con plásticos resistentes, preferiblemente de doble capa y bien lastrados, evita la entrada de aire y agua. El oxígeno es enemigo directo de la conservación.
6. Evita la apertura prematura
Es recomendable esperar al menos 6 semanas antes de abrir el silo para asegurar una fermentación completa. Un forraje bien fermentado mantiene sus propiedades y reduce el riesgo de acidosis en los animales.
✅ Conclusión
Pequeños errores en el proceso de ensilado pueden traducirse en grandes pérdidas económicas. Implementar estas prácticas te permitirá conservar mejor el valor nutritivo del forraje, mejorar la salud del ganado y optimizar la rentabilidad de tu explotación.