Un binomio perfecto para el ganado
En la alimentación animal, encontrar el equilibrio entre proteína y energía es clave para garantizar un rendimiento óptimo en la producción. La mezcla de guisantes y avena en forraje se ha consolidado como una solución natural, eficaz y rentable para ganaderos que buscan mejorar la dieta de su ganado sin depender exclusivamente de piensos comerciales.
Beneficios del guisante en el forraje
El guisante forrajero destaca por su alto contenido en proteína (en torno al 20-25 %), lo que contribuye al desarrollo muscular y a una mejor producción láctea. Además:
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Es de fácil digestión.
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Aporta aminoácidos esenciales.
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Fija nitrógeno en el suelo, mejorando la fertilidad del terreno.
Ventajas de la avena en la mezcla
La avena aporta principalmente energía en forma de carbohidratos de liberación lenta, ayudando a mantener niveles estables de energía en el ganado. También:
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Favorece la salud digestiva.
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Mejora la palatabilidad del forraje.
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Es resistente y fácil de cultivar en diversas condiciones climáticas.
Proporciones recomendadas y manejo
Un porcentaje orientativo para optimizar la dieta sería 60 % avena y 40 % guisante, aunque puede ajustarse según el tipo de ganado y sus necesidades específicas. La siembra conjunta facilita la cosecha y el ensilado, reduciendo costes y mejorando la homogeneidad del alimento.
Un aporte equilibrado y sostenible
La combinación de guisante y avena no solo mejora la nutrición del ganado, sino que fomenta una agricultura más sostenible:
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Reduce la necesidad de fertilizantes químicos.
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Aprovecha mejor los recursos del terreno.
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Disminuye la dependencia de piensos importados.
✅ Conclusión
Incorporar forraje mixto de guisante y avena en la alimentación animal es una estrategia inteligente para conseguir un alto valor nutritivo, sostenibilidad y rentabilidad. En Faustino Morrás apostamos por materias primas de calidad que aportan beneficios reales a las explotaciones ganaderas.