1. ¿Qué es la cama profunda?
La cama profunda consiste en aportar capas sucesivas de paja sobre el suelo de la nave; el material nuevo se coloca encima del usado, creando un lecho espeso y mullido que permanece seco en superficie y se fermenta lentamente en el estrato inferior.
2. Bienestar y confort animal
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Aislamiento térmico: la paja atrapa aire y mantiene la temperatura corporal estable.
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Amortiguación: reduce presión en articulaciones y evita llagas.
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Comportamiento natural: facilita el descanso, la rumiación y la conducta exploratoria.
3. Control de humedad y sanidad
La paja absorbe hasta un 300 % de su peso en líquidos, limitando la proliferación de bacterias patógenas. Una superficie seca disminuye dermatitis, infecciones podales y olores, mejorando la calidad del aire y reduciendo el amoníaco ambiental.
4. Ahorro económico
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Materia prima local y barata.
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Menos consumo de paja total que en camas retiradas a diario.
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Reducción de mano de obra gracias a la menor frecuencia de limpieza.
5. Manejo práctico
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Añade paja limpia cada dos días en invierno y a diario en verano.
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Mantén un espesor mínimo de 30 cm.
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Voltea puntos húmedos semanalmente para airear y acelerar la fermentación.
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Renueva por completo cada cuatro-seis meses.
6. Valorización como abono
Al retirar la cama, obtienes un estiércol semi-compostado rico en nitrógeno y carbono, ideal para aportar materia orgánica al suelo y reducir la compra de fertilizantes químicos.
7. Tipo de paja recomendada
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Cebada: fibra larga, buena absorción.
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Trigo: estructura densa, mayor durabilidad.
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Avena: suave y esponjosa, perfecta para lechones o animales jóvenes.
8. Impacto ambiental positivo
El sistema retiene nitrógeno, disminuye emisiones de amoníaco hasta un 20 % y fomenta la economía circular al reutilizar subproductos agrícolas.