Cuando se busca una producción lechera eficiente y rentable, no basta con cuidar solo la genética del ganado o las condiciones de la granja. La alimentación, y en especial el forraje, desempeña un papel crucial en la calidad final de la leche.

En Faustino Morrás S.L., sabemos que el forraje es mucho más que un simple alimento: es el primer eslabón en la cadena que garantiza una leche de alta calidad.

¿Por qué es tan importante el forraje en la dieta del ganado lechero?

El forraje constituye la base de la alimentación de rumiantes como las vacas, ovejas y cabras lecheras. Aporta la fibra necesaria para el correcto funcionamiento del rumen, además de proteínas, minerales y vitaminas esenciales para su salud y producción.

Un forraje de buena calidad:

• Mejora la digestibilidad: favoreciendo una mayor eficiencia en la conversión de alimento en leche.

• Aporta nutrientes esenciales: necesarios para mantener altas tasas de producción y buena composición de la leche (proteína, grasa y lactosa).

• Previene trastornos metabólicos: como la acidosis ruminal, que puede afectar negativamente a la producción y a la salud del animal.

¿Qué tipos de forrajes son los más adecuados?

En función del objetivo productivo y de la etapa fisiológica del animal, se pueden seleccionar diferentes tipos de forraje:

• Alfalfa de alta calidad: rica en proteínas y calcio, ideal para vacas en plena producción.

• Avena forrajera: aporta fibra digestible y es excelente para rumiantes jóvenes.

• Veza y mezclas forrajeras: equilibran proteínas y energía, promoviendo un buen balance nutricional.

El uso de alfalfa fina, como la que ofrecemos en Faustino Morrás S.L., se ha demostrado especialmente beneficioso para lograr una leche más rica en grasa y proteínas.

Consecuencias de un forraje de baja calidad

Un forraje mal conservado, contaminado o de bajo valor nutritivo puede provocar:

• Descenso en la producción de leche.

• Peor calidad en la composición de la leche.

• Problemas digestivos y de salud en el rebaño.

• Incremento de costes por suplementación adicional necesaria.

Conclusión

Invertir en un buen forraje no es un gasto, sino una inversión en la rentabilidad de tu explotación lechera. Una alimentación basada en productos de alta calidad como los que proporciona Faustino Morrás S.L. se traduce en una leche de mejor sabor, más valor nutricional y mayor competitividad en el mercado.

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